Les quería contar que estas fiestas patrias estuve con mi familia en Buzios (Brasil), realmente fue entretenido pero con gusto a poco, pero a caballo regalado no se le mira el diente. Es un lugar tranquilo, familiar, no es barato, pero los brasileros son personas tan cálidas que te hacen sentir muy bien, con esos ofrecimientos de caipiriñas de medio litro a las once de la mañana, realmente es imposible decirles que no.
Mientras los niños jugaban en las tibias aguas de Joao Fernández, Tartaruga, Ferradura, ambos super papás hacíamos muchos esfuerzos por decir no, a los camarones apanados, las ostras, los sandwichs de palmitos con otras cositas, fue demasiado el relajamiento...
Pero había que venirse y por supuesto es viaje no estuvo exento de sustos, ya mi maridito perdió la libreta de familia y su tarjeta super visa electron no sirvió para nada, pero mi mamá me enseñó algo muy sabio.... vaya donde vaya mijita asegúrese y lleve siempre sus luquitas, yo como soy obediente siempre hago eso, pero esta vez lo gastado fue con devuelta.
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